Mesas de jardín

Los primeros vestigios del verano nos hacen dirigir nuestras miradas hacia el jardín del hogar, una especie de templo donde disfrutar del buen clima, o animar una velada en familia sólo podría ser posible si contamos con las oportunidades que nos brindan las mesas de jardín. Además de contar con materiales resistentes y duraderos, este tipo de muebles también representan una ocasión exquisita para resaltar nuestro buen gusto y nuestro sentido de la estética, algo en lo que estos modelos a continuación se encargan de demostrarnos. Déjate seducir con nuestras mesas de jardín.

Mesa de jardín de madera

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La madera es todo un clásico dentro de la decoración de los jardines. Por eso esta mesa nos parece tan familiar, porque sabe integrarse perfectamente con el aire del entorno, y camuflada entre césped, agua y roca, se vuelve un elemento más dentro del conjunto, justo lo que necesitan las personas que prefieren una estampa más campechana, sin que ello signifique precisamente menos comodidad o menos estética. Todo lo contrario, apreciar esta mesa es darse cuenta rápidamente que la elegancia, también lleva un poco de sencillez. Nos ha encantado.

Mesa de jardín amplia

El maridaje de elementos como la madera, el mimbre, o la piedra, parecen haber confabulado aquí en esta mesa de jardín para robarse nuestro asombro desde los primeros instantes. Mientras en la mesa se refugia todo el candor del conjunto, los asientos cumplen a cabalidad su misión de resaltar la comodidad, y así lo confirman sus cojines de un color acertadamente oscuro, o un mecanismo apenas imperceptible en su base para regular la inclinación del mueble. En esencia, se trata de una mesa de jardín tan amplia como acogedora, repleta de encantos para toda la familia, y lista para hacer de cualquier velada una experiencia inolvidable.

Mesa de jardín en color negro

Contar con una terraza espaciosa o un jardín al aire libre en nuestro apartamento, y no disponer de esta mesa con temáticas tejidas y una elegante tonalidad negra, no es otra cosa que un verdadero pecado. Sus sillas ligeramente inclinadas o su diseño circular, han sido concebidos de esta manera para explotar al máximo nuestras horas de esparcimiento y relajación con amigos y familiares. Líneas circulares, desenfadadas y amigables, diseño robusto y resistente a las inclemencias del tiempo, elegancia por encima de todas las cosas… ¿Qué más se podría pedir?

Mesa de jardín rústica

No existe un solo elemento de esta mesa que haya sido incluido al azar. Todo parece estar dispuesto exclusivamente para diferenciar con claridad que hemos dejado atrás la decoración refinada del hogar, y ahora deseamos entregarnos a las raíces más profundas de la naturaleza. En este modelo, calidez y gracia se juntan en iguales proporciones, y allí nos seduce la madera virgen, las patas entrelazadas del mueble, o los asientos en forma de banco que guardan el poder de relajar a sus comensales y promover las confidencias entre todos. Una mesa de jardín en toda regla.

Mesa de jardín moderna

Una mesa que rompe con cualquier preconcepción y traslada el aire de modernidad de nuestro hogar hacia el jardín. Así de revolucionario es este modelo que, arriesgadamente, irrumpe en el verde de la naturaleza y el paisaje silvestre con un color naranja bien intenso en sus asientos, y una mesa de cristal con base metálica en forma de pedestal. Aquí, lo más importante no es la comodidad, que de por sí está asegurada, sino ese aire rebelde y dual de su diseño que se impone por encima de los elementos naturales. Presente y futuro, conjugados en una misma ocasión… sencillamente genial.

Mesa de jardín clásica

¿Pasará de moda lo clásico alguna vez? No lo sabremos, pero mientras tanto, muebles como estos se empeñan en reafirmar el poder que tiene este tipo de decoración para nuestros jardines. La elegancia aquí es una palabra de orden, y aun así, existe espacio para la comodidad, para el disfrute de una conversación amena con una mesa circular como confidente, o unos asientos de ensueño que discurren entre sobrias tonalidades oscuras y cojines de color crema que terminan de solucionar el equilibrio final del conjunto. Mágico, sencillamente mágico.

Mesa de jardín de mimbre

Si el mimbre nos parece demasiado corriente o manido para una mesa de jardín, ahí emerge entonces el cristal de este modelo como héroe en el anonimato, o esos cojines blancos que invitan al deleite de una bebida refrescante o la lectura cautivante de un buen libro. Asientos amplios, cómodos en extremo, tonalidades oscuras que reafirman la distinción, y un diseño circular para la mesa que hace que todos los participantes se encuentren a la misma distancia, son los ingredientes de una fórmula capaz de funcionar en cualquier ambiente de nuestros jardines. ¿A que sí?